Las autoridades colombianas investigan la autoría del ataque terrorista. Más de 60 personas han sufrido heridas de diversa consideración
La violencia volvió a golpear Colombia en el atentado más sangriento desde la firma de la paz con las FARC. La explosión este jueves de un coche bomba en una academia de policía de Bogotá dejó una veintena de muertos y más de 60 heridos. El ataque se produjo en el interior de la escuela de cadetes General Santander, la principal del país, en el sur de la ciudad, después de que un control de seguridad descubriera un vehículo con explosivos que se dio a la fuga y acabó estrellándose contra una de las instalaciones. Las autoridades investigan la autoría de esta acción, que de momento no ha sido reivindicado por ningún grupo armado.
“Este demencial acto terrorista no quedará impune. Los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo, siempre lo hemos derrotado. Esta no será la excepción. No nos doblegarán”. Con estas palabras condenó el ataque el presidente Iván Duque, que volvió de urgencia del departamento del Chocó, en la costa del Pacífico, donde se encontraba encabezando un consejo de seguridad. Se reunió en la escuela de cadetes con la vicepresidenta, el ministro de Defensa, el procurador y los altos mandos policiales. “Hago un llamado a los colombianos para que nos unamos en contra de los violentos. Ni un paso atrás frente a quienes atacan miserablemente a la sociedad”, exhortó el mandatario, quien aseguró que actuará “con toda la firmeza y con toda la prudencia”.