El pasado 11 de abril Julian Assange, periodista australiano y fundador de Wikileaks, fue arrestado en la Embajada de Ecuador en Londres, donde gozaba de asilo político desde el 2012 y que perdió por mandato del presidente Lenín Moreno. Ahora el activista ha sido hallado culpable por un delito menor pero encara una eventual extradición a EE. UU. por las filtraciones de miles de documentos confidenciales. Javier Rodríguez Carrasco analiza en ‘El Zoom’ el caso de Julian Assange.
El periodista Javier Rodríguez Carrasco analiza –en el programa de RT ‘El Zoom’– los pormenores del caso de Julian Assange, quien fue arrestado este jueves en Reino Unido después de haberle retirado Ecuador la ciudadanía de ese país, y además recoge algunas declaraciones de figuras relacionadas con esta polémica situación.
Para Rodríguez, el arresto del fundador de WikiLeaks tiene muchos puntos importantes que se deben tomar en cuenta; entre ellos, los motivos del presidente de Ecuador para retirarle el asilo, hecho que desencadenó la detención y lo que ha seguido hasta el momento. También, apunta, la solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, que pondría en una situación de peligro al periodismo y la libertad de expresión.
El mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, afirmó que una serie de “incumplimientos de un reglamento de convivencia” fue lo que llevó a quitarle a Assange la condición de asilado político en la Embajada de ese país suramericano en Londres. Desde Quito se aduce que el periodista ha cometido actos tales como tapar las cámaras de seguridad, “jugar al fútbol” y usar distorsionadores, e incluso que agredió a personal de la misión diplomática.
Sin embargo, Rodríguez expone que “la gota que colmó el vaso” sería la filtración de información vinculada con “gobiernos amigos”, tales como el Vaticano, las quejas de España sobre el ‘procés’ catalán o la intervención de la plataforma WikiLeaks en asuntos del devenir interno ecuatoriano, cosas que habrían sido las causas determinantes dentro de este “juego político“.
Declaraciones relevantes
Conforme a las declaraciones de María Paula Romo, ministra del Interior de Ecuador, una persona clave de esa plataforma de información y cercana a Assange, que vivía en el país latinoamericano, habría estado “colaborando con intentos de desestabilización en contra del Gobierno“.
Por su parte, WikiLeaks se adelantó a los hechos el 5 de abril, cuando denunció que “Ecuador tenía un acuerdo con el Reino Unido” para entregar a Assange y predijo en twitter que el “arresto tendría lugar en las horas o días cercanos”.
Para la primera ministra británica, Theresa May, la detención se realizó “en base a la orden de captura por el incumplimiento de una fianza” y además bajo “una solicitud de extradición de las autoridades de Estados Unidos”. May destacó “la cooperación del Gobierno ecuatoriano” en la resolución del asunto.
Por otro lado, Fidel Narváez, excónsul de Ecuador en Londres, calificó la retirada del asilo a Julian Assange de “precedente nefasto” contra “los derechos humanos, la libertad de expresión y la integridad de un periodista” por parte de las autoridades de Ecuador. La apreciación del exfuncionario coincide con la posición de la Defensoría del Pueblo de Ecuador, que cuestionó la retirada del asilo sin un “debido proceso” para anularle la naturalización a un ciudadano ecuatoriano.
Narváez asegura asimismo que la “estrategia del Gobierno [de Moreno] fue de hostigar, de provocar, de hacerle la vida imposible a Julian para que él se quebrara y por su propia voluntad saliera de la Embajada“. Además, agrega que la administración ecuatoriana no es capaz de resistir a la presión extranjera y buscó mínimos detalles para deshacerse del “incomodo asilo”.
Para Kristinn Hrafnsson, redactor jefe de WikiLeaks, el arresto de Assange evidencia el caso de un periodista que se está enfrentando a una “persecución política” por hacer periodismo.
Finalmente, para Javier Couso, diputado en el Parlamento europeo, Assange se ha convertido en un “preso de la verdad que no querían contar“, lo que confirma que la libertad de expresión y el propio fundador de WikiLeaks se encuentran en “auténtico” peligro.